El magnate asegura en una carta a los empleados que las compañías del grupo “gozan de buena salud”, pero reconoce: “Ha llegado el momento de asumir un nuevo papel”

Rupert Murdoch, en una imagen de archivo.JASON REEDREUTERS

A sus 92 años, al cabo de siete décadas al frente de su vasto imperio mediático a ambos lados del Atlántico y el Pacífico, llegó el momento de la “abdicación” de Rupert Murdoch, reconvertido en “presidente emérito” de Fox y News Corp y presto a ceder el timón a su hijo mayor Lachlan en un momento especialmente turbulento.

“Durante toda mi vida profesional he estado ocupado con la actualidad diaria y con las ideas, y eso no va a cambiar”, declaró Murdoch en su carta de despedida, dirigida al personal del Wall Street Journal, su cabecera más prestigiosa. “Dejo mis compañías en buena salud, como yo mismo”, matizó en el momento de su “jubilación”, al rebufo de la reciente crisis americana de Fox News (doce años después del escándalo de las escuchas ilegales que forzó su repliegue en el Reino Unido).

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• Redacción: RODRIGO TERRASA Madrid
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Su marcha se produce precisamente en vísperas de la publicación de La caída: el final de Fox News y de la dinastía Murdoch, de Michael Wolff, el biógrafo de Donald Trump con Fuego y Furia. El canal por excelencia de Murdoch entró en barrena precisamente este año tras perder el juicio por difamación con la compañía Dominion, falsamente acusada de manipular los votos contra Trump en las elecciones presidenciales del 2020.

Fox News se vio obligada a parar 738 millones de euros de compensación, y su presentador más popular, el ultraconservador Tucker Carlson, tuvo que salir por la puerta de atrás después de haberse autoproclamado “mensajero de Dios”. Otra compañía acusada por Fox News de particiapr en fraude electoral, Smartmatic Voting Systems, reclama ahora 2.500 millones de euros también por difamación. El abogado de la compañía, J. Erik Connolly, acusó a Rupert Murdoch de “actuar como un boss de la mafia”, en una vista judicial celebrada esta semana.

La suerte final de Rupert Murdoch, cuyo apoyo fue fundamental para el ascenso de figuras como al conservadora Margaret Thatcher o el laborista Tony Blair en el Reino Unido, ha estado pues muy ligada a su implicación en las dos últimas elecciones presidenciales en Estados Unidos. Otro libro demoledor, La red de las mentiras: la saga épica de Fox News, Donald Trump y la batalla por las democracia en América, firmado por Brian Stelter, amenazaba con ser el último clavo en el devaluado pero lucrativo imperio mediático.

Laclan y Rupert Murdoch, en 2015Evan AgostiniAP

Con una fortuna estimada entre 16.000 y 20.000 millones de euros, Rupert Murdoch no solo controlaba la Fox Corporation, el Wall Street Journal (a través de Dow Jones) y el New York Post, sino también The Times, The Sun y el canal TalkTV en el Reino Unido, la editorial HaperCollins y The Australian, el Herald Sun, el Daily Telegraph y Sky News en su Australia natal (Melbourne, 1931).

“Ha llegado el momento de asumir un nuevo papel”, reconoció Murdoch en el momento de soltar el timón y anunciar que seguirá supervisando desde lejos la nave en calidad de “presidente emérito”.

Su despedida fue también la carta de presentación de su hijo mayor, de 52 años, como “un líder apasionado y con principios”, capaz de proyectar su imperio mediático hacia el futuro. Lachlan Murdoch tomó el testigo sobre la marcha y felicitó a su padre “por su extraordinaria carrera de 70 años”.

El hijo pródigo destacó “la visión, el espíritu pionero y la determinación” de su progenitor, y destacó el “legado perdurable que deja en las compañías que fundó y en las personas incontables en las que tuvo impacto”.

Pasó obviamente por alto sus “tropezones”, de los incontables pleitos legales a las acusaciones de prácticas monopolísticas, de la manipulación de su medios al servicio de causas políticas a la investigación policial y parlamentaria que le obligó a cerrar News of the World, por el escándalo de las escuchas ilegales.

La “jubilación” de Murdoch ha tenido un triple impacto en Estados Unidos, en Australia y en el Reino Unido, donde llegó a establecer su base operativa durante décadas y desde donde logró consolidar su imperio aprovechando su influencia política.

Su ajetreada vida personal le había convertido en el último año en carne de cañón de su propios tabloides. En junio del 2022 se casó con Jerry Hall, la flamante ex eposa de Mick Jagger, para divorciarse al cabo de seis años. Antes había estado casado, por este orden, con Patricia Booker, Anna Maria Torv y Wendi Deng. Este mismo año, Murdoch llegó a anunciar el compromiso -roto a las dos semanas- con la que habría sido su quinta esposa, Ann Lesley Smith, por desaveniencias personales y “religiosas”.